¿CÓMO DEJO DE PENSAR EN MI EX?
Por: María Andrea Ganoza
Ana había terminado con su novio y no podía dejar de pensar en lo sucedido.
Incluso un año después de la ruptura continuaba pensando en él cada noche, la tristeza no la dejaba trabajar y tenia que salir constantemente de su oficina para refrescarse en el baño o entretenerse por las noches con amigas para no volver a su casa y recordarlo.
Se sentía fastidiada por esta situación y con una sensación de confusión, por un lado estaba triste por el fin de la relación y por otro lado con cólera por aún sentirse atada a la misma.
Sin embargo, cuanto más intentaba Ana no pensar, más difícil se le hacia.
PENSAR EN NO PENSAR YA ES PENSAR
Cuando una persona medita e intenta poner la mente en blanco se suele dar con la sorpresa de que es imposible no pensar.
Buda comparaba nuestra mente con un mono borracho que se mueve sin parar de un pensamiento a otro.
Hagamos un ejercicio: “Durante los próximos 10 segundos te pido que no pienses en una torta de chocolate” …
¿Lo lograste?
El ejercicio no solo se vuelve imposible de realizar sino que termina siendo esclarecedor, pues nos permite entender cómo trabaja nuestra mente.
Cuando nos damos una orden en negativo, por ejemplo: “no pienses en él”, nuestro cerebro actúa como si no entendiera el “no”, por lo cual terminamos haciendo/pensando aquello que evitamos.
El problema es que tendemos a darnos constantemente estas instrucciones negativas y paralizadoras, te pongo algunos ejemplos cotidianos:
- No te estreses
- No te comas el chocolate
- No estés nervioso
- No tartamudees
- No pienses en ella/él.
- Etc.
Entonces, si no podemos evitar pensar ¿Qué podemos hacer?
Nos han inculcado:
- Cuando quieras pensar en algo: Concéntrate.
- Cuando no quieras pensar en algo: Distráete.
Sin embargo, a veces esta regla nos puede jugar en contra, sobretodo si entendemos el distráete como sinónimo de “desocúpate”, pues la clave está justamente en ocupar la mente.
Mark Beyebach, profesor de psicología de la Universidad de Salamanca, nos indica: En vez de prohibir algo a nuestra mente, debemos pedirle lo contrario o indicarle una alternativa en la que se ocupe.
Al terminar la sesión acordé con Ana en que se daría un tiempo diario para pensar en su ex, pero en un horario y tiempo que ella eligiera, de esta manera pensaría en él pero ejerciendo un leve control sobre su pensamiento.
¡Lo sorprendente fue que conforme Ana se forzaba a pensar en su ex, menos ganas de pensar en el tenia! Por lo que poco a poco empezó a pensar en otros temas hasta que, sin darse cuenta, ya no lo tenia más en su mente.
Dando un giro de 180 grados y empezando a pensar en lo que no deseaba, Ana logró volver a tener el control y aunque no existen recetas únicas para nuestros problemas -a veces- y como dice la famosa estratagema China: “Se puede apagar el fuego echando leña a la hoguera”
María Andrea Ganoza Bogdanovich
EXTRAIDO DE http://terapiapsicologicalima.com/2012/12/05/pareja-lima-pensar-ex/
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